Los primeros instrumentos de medición de corriente utilizaron el principio que describimos en este artículo. El proyecto es didáctico y experimental, sirviendo para demostraciones en ferias de Ciencias o exposiciones. Fácil de montar, utiliza muy poco material.

La Idea de medirse la intensidad de una corriente por el campo magnético que crea proviene de Oersted, que descubrió el efecto magnético de la corriente eléctrica. Sin embargo, al mismo tiempo, se descubrieron otros procesos con el fin de medir la intensidad de una corriente y uno de ellos se utilizó en el amperímetro de alambre caliente.

El principio es simple: cuando una corriente pasa a través de un hilo que presenta alguna resistencia, lo calienta y con él se dilata, habiendo aumentado su longitud. Si el hilo fuera preso por un resorte, como se muestra en la figura 1, este alambre será jalado tanto pero cuanto más alto sea su calefacción y por lo tanto su dilatación.

 

 

Figura 1 – El principio de funcionamiento
Figura 1 – El principio de funcionamiento

 

 

Si colocamos a este alambre un sistema formado por un cilindro y que mueve una aguja y la aguja colocada en una escala, tendremos un efecto interesante.

Cuanto mayor sea la intensidad de la corriente, mayor será la dilatación y mayor será el movimiento del cilindro y el desplazamiento del resorte en la báscula. El desplazamiento será proporcional a la intensidad de la corriente permitiendo la medición de su intensidad.

La sensibilidad de este tipo de instrumento dependerá básicamente de la capacidad de dilatación del alambre y de la forma en que podamos sensor de su dilatación. Podemos hacer todo esto usando como "alambre caliente" una pieza de hilo fino de nicromo obtenida, por ejemplo, de una resistencia de alambre o un secador de pelo roto.

La balanza, por otro lado, se puede realizar basándose en la corriente de algunos electrodomésticos comunes.

 

 

Montaje

En la figura 2 tenemos el montaje básico.

 

Figura 2 – El montaje
Figura 2 – El montaje

 

 

Sobre una base de madera de aproximadamente 20 x 20 cm fijaremos todos los elementos del medidor. Dos agujeros comunes o incluso clavos sirven como soporte para el alambre del nicromo que se debe calentar cuando está atravesado por una corriente.

En su parte media sostenemos un alambrito que va, a través de un hilo fino (línea) a una tubería donde damos tres vueltas y la sujetamos a un tornillo a través de un resorte. La tubería debe ser sujetada por un clavo fino para que gire libremente.

La mano que corre sobre una balanza está atascada en esta pequeña pipa.

Para probar, conecte el aparato en serie con una lámpara incandescente común de 5 a 100 W, como se muestra en la figura 3.

 

Figura 3 – Probando el amperímetro
Figura 3 – Probando el amperímetro

 

Pruebe inicialmente con una bombilla de luz más pequeña, para comprobar la sensibilidad del medidor. Si observa un calentamiento excesivo del hilo, no lo utilice con cargas mayores que las que se producen.

El cable puede quemarse con una carga mayor. La corriente de esta carga determinará el valor máximo que el instrumento puede medir. Dependiendo de la resistencia del cable también funcionará con energía de bajo tensión, obtenida de las pilas, por ejemplo. Si lo desea, puede calibrar la báscula con valores de potencia, transformando así el indicador en un vatímetro.