Si existe una ciencia en la que la electrónica deba estar presente, más que nunca, en nuestros días. Es la astronáutica. Patrocinando equipos de cohetes, incentivando la construcción de técnicas diferentes de propulsión que puedan ser útiles en el espacio e incluso describiendo equipos que puedan ser útiles en telemetría y control, nuestro sitio da una contribución especial para esta ciencia. Ver en este artículo un poco más.
Con una formación que incluye más que la electrónica, como la física, la observación astronómica y hasta la astronáutica, hemos contribuido a esta ciencia de una forma hasta un poco mayor de lo que muchos puedan pensar.
De hecho, cuando aún estudiante de física hice el curso de observación astronómica en la USP, aprendiendo las técnicas de manejo de un telescopio y hasta una etapa en el entonces Planetario del Ibirapuera. Mi profesor Abrãao de Morais fallecido el 11 de diciembre de 1970 falleció justo un mes después de completar el curso.
Después, con un interés mayor, principalmente en la radioastronomía que justamente era una de las ramas de la electrónica en la que ya trabajaba, frecuente el CRAM (Centro de Radio Astronomía del Mackenzie) donde conversé y aprendí mucho con el Prof.. Pierre Kaufmann (fallecido el 20 de febrero de 2017), uno de los precursores de la radioastronomía en Brasil.
Posteriormente participé de algunos grupos de cohetes, incluso con promoción de kit educativo creado por el entonces Coronel Basilio Baranoff del CTA a través de la revista Mecánica Popular, en la cual trabajé.
Actualmente
La astronáutica educativa es en nuestros días tan importante para la formación de jóvenes como cualquier otra ciencia y tecnología, ya que se relaciona con muchas otras ciencias tales como la física, electrónica, astronomía, biología y mucho más. Así, en nuestro sitio no hemos escrito artículos relacionados con la astronomía y la propia física como hasta la propia astronáutica proponiendo tecnologías que puedan ser usadas en proyectos.
Uno de nuestros proyectos antiguos hasta terminó siendo citado por ingeniero de la NASA que dice haber aprovechado su idea básica en un proyecto de satélite que en la ocasión fue para el espacio. Actualmente patrocinamos el Grupo de Foguetes de Río de Janeiro vinculado a la UERJ (Universidad Estadual de Río de Janeiro) - Vea NOT393 y videos.
Para nuestra satisfacción en 2018, incluso a una temperatura de más de 40 grados del desierto de Nuevo México, obtuvo el fantástico tercer lugar en la competición mundial con más de 3 km de altura. Continuamos con nuestras actividades conjuntas con el Prof. Juan Bautista Canale.
La electrónica embarcada es una de las principales tecnologías que está presente en el lanzamiento de cohetes. La transmisión de datos hecha, por ejemplo, a través de la tecnología LoRa, la adquisición y grabación de datos con microcontroladores y sensores y la tecnología de accionamiento de paracaídas y eventuales recursos de dirección son los puntos en que hemos contribuido no sólo con artículos, con los propios componentes que se instalaron en las naves.
También tenemos artículos interesantes para los que desean explorar diferentes tecnologías de propulsión. Actualmente, el principal medio de propulsión de cohetes es el químico. En él, el cohete debe llevar no sólo el combustible, sino también el aire que lo quema, para que arrojados hacia atrás, por el principio de la acción y reacción el cohete vaya hacia adelante.
En el espacio, en que no hay aire, más que nunca combustible y comburente deben ser llevados para que todo funcione. Un pequeño cálculo que todo lanzador de cohetes conoce es lo que implica la conservación de la cantidad de movimiento (mv). Siendo m1 la masa del combustible más el comburente y V1 la velocidad con la cual es lanzado hacia atrás. Siendo m2 la masa del cohete, su velocidad v2 será dada por:
m1 x v1 = m2 x v2
o
V2 = (m1 x v1) m2
Cuanto mayor es la velocidad con que la mezcla resultante de la quema del combustible es lanzada hacia atrás, mayor es la velocidad que el cohete puede alcanzar. En el espacio no hay aire para ofrecer oposición al movimiento, así que muchas alternativas interesantes para la propulsión de naves han sido propuestas.
Una de ellas es la propulsión iónica que hasta exploramos en el montaje de un prototipo que tuvo éxito en ferias. (Motor Iónico)
Todo esto demuestra que el hecho de patrocinar grupos de cohetes, animar a jóvenes a estudiar astronáutica no se limita sólo a la descripción de proyectos que pueden ser aprovechados en la práctica.